El puente de Brooklyn es uno de los iconos de la ciudad de Nueva York y uno de los puentes más conocidos de la historia americana, compitiendo cinematograficamente con el "Golden Gate" de la ciudad de San Francisco.
Y es que es imposible cuando uno lo observa, que no te vengan a la mente míticas películas, como "Saturday Night Fever", "Taxi Driver" o "Gangs of New York", o recordar a los protagonistas en "Annie Hall" de Woody Allen bajo los efectos del encantador puente de Brooklyn.
El Brooklyn Bridge une los boroughs de Manhattan y Brooklyn, fue construido entre 1870 y 1883. En el momento de su inauguración, era el puente colgante más grande del mundo, mide 1825 metros de largo, y también ostenta el titulo de ser el primero suspendido mediante cables de acero. Este impresionante puente desde el que hoy os acerco a esta ciudad, es uno de mis rincones favoritos, pero aunque solo sea por mostraros un punto de vista distinto, al que tanto los habitantes como los visitantes de la ciudad estamos acostumbrados, en esta ocasión quisiera enseñaros un parque y un puente que se sitúa bajo el majestuoso puente de Brooklyn.
Squibb Park, está ubicado a la altura del Pier 1 en Brooklyn Height, uno de los barrios más de moda de este borough. Es un parque conocido por favorecer el transito a pie entre Brooklyn Height y Brooklyn Bridge Park mediante un puente colgante de madera Black Locust, muy resistente,sostenible y duradero, características todas ellas necesarias debido a la cercanía del East River donde las inclemencias del tiempo se ceban sobre cualquier estructura.
La primera vez que uno pisa este pequeño puente colgante a la sombra del Brooklyn Bridge, lo primero que nota es un temblor, fue diseñado con la tecnología del "Puente sendero" destinado a ser flexible y ligero, como los puentes que se construyen en las selvas, y aun teniendo todos los datos y siendo consciente que esto forma parte del diseño y las características del puente, la primera impresión es que va a ceder nada más poner el primer pie y vas a caer irremediablemente sobre el highway que pasa por debajo.
Una vez salvado el susto inicial, el skyline de Manhattan desde este puente sobrecoge, parece que vayas a estirar los dedos y tocar con ellos los rascacielos de la otra orilla, la luz, el color del cielo si es un día soleado es impresionante. No es un puente muy largo, así que mi recomendación es que lo recorráis completo y mientras disfrutéis de esa sensación de estar suspendido mientras observas Manhattan. Espero que llevéis suficiente carga para hacer fotografías, ya que desde cualquier ángulo las vistas son espectaculares. Aunque como me dijo en una ocasión una gran amiga, las mejores instantáneas son aquella que haces con tus propios ojos y que grabas para siempre, esas son las que nunca se pierden y que cuando las quieres recuperar solo dependes de tus pensamientos para traerlas de nuevo, ¿verdad Rorro?
Me despido con una frase que escuche esta semana y me encantó " El mundo es como un libro, aquellos que no viajan solo habrán leído una pagina", aun con lo difícil que están las cosas en estos tiempos para viajar, espero que a través de mis ojos, contribuyáis a una nueva pagina en el libro de vuestra vida. Feliz semana!
domingo, 24 de noviembre de 2013
sábado, 2 de noviembre de 2013
This is Halloween....
A pesar de haber vivido varios años de mi juventud en este país, hasta que no tuve a mi hija conmigo para celebrarlo no supe realmente lo que era Halloween, mezcla entre tradición religiosa y fiesta pagana, que transforma con calabazas, luces y todo tipo de decoraciones "monstruosas", las calles de Brooklyn desde principios de octubre.
Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidense, proviene de una variación escocesa de la expresión inglesa "All Hallows' Even" (también usada "All Hallows' Eve") que significa «víspera de todos los Santos» y que se celebra en la noche del 31 de octubre.
Recorren buena parte del barrio, corriendo de casa en casa, con el ansia de llegar los primeros para no quedarse sin dulces, cuando algunos ya no pueden cargar los que llevan. Los generosos dueños abren las puertas o incluso esperan en los peldaños de las escaleras pacientemente a que cada niño pase con su calabaza de plástico a recoger su candy, incluso se unen a la fiesta disfrazandose y pegando monstruosos sustos a los inocentes pequeños que en muchos casos no saben si reír o llorar.
Los auténticos protagonistas de esta fiesta, nuevamente nos dan una inmensa lección; como organizar pandilla con gente con la que no te has visto en la vida, divertirte con ellos, vencer tus miedos e incluso, si alguno la tiene, vencer la vergüenza de pedir sin dar nada a cambio, más que una sonrisa.
Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidense, proviene de una variación escocesa de la expresión inglesa "All Hallows' Even" (también usada "All Hallows' Eve") que significa «víspera de todos los Santos» y que se celebra en la noche del 31 de octubre.
La tradición marca que los niños disfrazados de fantasmas, brujas, demonios, autenticos "walking dead" vayan casa por casa pidiendo dulces mientras gritan a coro la famosa frase " Trick or Treat"
Recorren buena parte del barrio, corriendo de casa en casa, con el ansia de llegar los primeros para no quedarse sin dulces, cuando algunos ya no pueden cargar los que llevan. Los generosos dueños abren las puertas o incluso esperan en los peldaños de las escaleras pacientemente a que cada niño pase con su calabaza de plástico a recoger su candy, incluso se unen a la fiesta disfrazandose y pegando monstruosos sustos a los inocentes pequeños que en muchos casos no saben si reír o llorar.
Los auténticos protagonistas de esta fiesta, nuevamente nos dan una inmensa lección; como organizar pandilla con gente con la que no te has visto en la vida, divertirte con ellos, vencer tus miedos e incluso, si alguno la tiene, vencer la vergüenza de pedir sin dar nada a cambio, más que una sonrisa.
En algunos países no anglosajones, en los últimos años, nos hemos unido a ésta tradición de celebrar Halloween, pero a medias, como con miedo, como si el hecho de disfrutar de una tradición que originariamente no es de tu país, fuera una irreverencia a las que te unen al tuyo.
Y yo me pregunto ¿por qué no disfrutar sin más de las cosas divertidas de la vida, vengan de donde vengan y sean las tradiciónes de donde sean? ¿A qué niño no le gusta disfrazarse y salir junto a sus amigos a pedir caramelos por la calle, y volver con tantos que les duele la tripa sólo de mirarlos?
Importar costumbres, adoptar tradiciones, mezclar culturas, tenemos tantas cosas que aprender los unos de los otros. Las etiquetas de "esto no me gusta por que es una costumbre yankee", o "aquí esto lo llamamos Día de todos los Santos y comemos castañas", marcan distancias, crean barreras. Me siento feliz por la experiencia tan maravillosa que mi hija esta viviendo, aprendiendo desde pequeña que tan bueno puede ser comer castañas sentada junto a la lumbre con su abuelo, como correr por las calles de Brooklyn gritando al viento Happy Halloween.
Que lo realmente importante es que estamos aquí y ahora que podemos deberíamos disfrutar de la vida sin más. Feliz semana a todos, que la sigáis disfrutando con pasión.
"Para Magali, mi gran disfrutadora, porque todos los días lo hace y además me enseña como hacerlo a mi. Te quiero mi Tchin"
domingo, 13 de octubre de 2013
Welcome to Coney Island
Cualquiera que conozca Coney Island se preguntará si éste es realmente uno de mis rincones favoritos, pero solo hace falta conocerme un poco para saber porque esto es así... sol, arena y océano a escasos veinte minutos de mi casa, aunque no sea una de mis adoradas playas del Caribe.
Coney Island es una península situada al sur de Brooklyn, apenas siete kilómetros de largo por 800 metros de ancho que siempre ha estado vinculada a los parques de atracciones, a las playas y a la diversión. El acceso a la playa para los habitantes de Nueva York es muy sencillo, ya que el metro llega desde cualquier punto a la estación de Coney Island/Stillwell Av, aproximadamente en una hora desde Manhattan, veinte minutos o media hora dependiendo de donde estés en Brooklyn.
Lo primero que uno se encuentra nada mas bajar del metro es el conocido Nathan’s Famous, el lugar que más tiempo lleva vendiendo los famosos hot dogs newyorkinos, y que una vez probados, por no hacer un feo a la tradición, no es necesario volver a comerlos nunca más. Nathan Handwerker, un empleado del verdadero inventor del hot dog, estableció su propio puesto bajando a la mitad el precio de los perritos que tenían en el de su jefe. Al más puro estilo del sueño americano, abrió el restaurante Nathan’s Famous en 1916 y en pocos años se convirtió en un verdadero icono de la ciudad. Actualmente es conocido por el "Hot Dog Eating Contest", que se celebra una vez al año y en el que se dan cita personajes de lo más variopintos para comerse perritos calientes como si en ello se les fuera la vida. El campeón de este año, Joey “Jaws” Chestnut, se comió la friolera de 69 hot dogs. Un marcador como de los de los estadios de fútbol americano indica cuantos días faltan para el próximo "contest".
Cuando caminas hacia la playa destaca en el horizonte la Wonder Wheel , la famosa noria de Luna Park, que fue declarada lugar de interés nacional junto con Cyclone, una montaña rusa en la que el traqueteo de su estructura de madera no ayuda para nada a los indecisos como yo. Se inauguró el 26 de junio de 1927 y todavía mantiene los coches originales, datos que aun me lo ponen más difícil para decidirme.
La libertad y el espíritu de diversión que se respira en este lugar, lo convierte en un escape al estresante ritmo de vida de Nueva York, los paseos por el Board Walk, el paseo marítimo construido enteramente de madera, desde el que se divisan inmensas gaviotas, la arena suave y caliente, y el solitario horizonte donde uno puede relajar la vista sabiendo que donde parece que termina todo, no es más que el comienzo de un inmenso Océano, convierten a esta peculiar playa, sin lugar a dudas, en uno de mis rincones favoritos.
Me despido deseando que tengáis una feliz semana y que encontréis hueco para viajar, aunque solo sea con la imaginación.
"Travel is the only thing you buy that makes you richer"
domingo, 29 de septiembre de 2013
El barrio de Cobble Hill
Cuando uno deja atrás su ciudad, su familia, sus amigos y emprende una aventura como la nuestra, nunca se está seguro de cuanto tiempo tardará en crear hogar, en sentirse como en casa.
En eso, tienen mucho que ver, por no decir todo, las personas que te encuentras.
Me siento afortunada por poder decir que mi amiga Anny, ha pasado de ser esa conocida del barrio, de origen dominicano, aunque más newyorkina que el mismísimo Woody Allen, a formar parte indispensable de esta nueva familia que hemos encontrado. Pero sobre todo y sin lugar a dudas, es una de las personas que más me ha ayudado a sentir esta ciudad como mi nuevo hogar.
Tengo para mucho más que un post con todos los rincones que he descubierto a su lado, pero hoy me gustaría compartir con vosotros el barrio de Cobble Hill.
Este famoso barrio situado en el noroeste Brooklyn, es adorado por los newyorkinos, por su proximidad a Manhattan, pero sin perder ni un ápice del encanto de los barrios familiares, con calles repletas de comercios, parques pequeños y acogedores, y el ya conocido por vosotros Pier 6, para tomar el ferry a Governor Island.
Cobble Hill, con esa mezcla de arquitecturas, los edificios de 1800 con sus famosas escaleras de incendios exteriores y los típicos brownstones. Los restaurantes de moda y las tiendas vintage convierten a este barrio en uno de los mas trendy de Brooklyn.
Las calles mas comerciales son Smith y Court, junto con Atlantic Avenue, en ellas es fácil descubrir los restaurantes con más encanto de Brooklyn, tanto que durante el fin de semana para tomar el brunch tienes que hacer cola en la calle, te acompañe o no el buen tiempo. Especialmente recomendable el Cafe Lulu, con su chickpea salad, es decir, los garbanzos de toda la vida.
Tiendas de moda, donde encuentras desde las ultimas sneakers, a botas de agua con unos precios imposibles, y que deben servir, no solo para que no te mojes los pies, sino para que veas el día radiante y luminoso. Papelerías, tiendas de dulces, o flea markets con vaqueros que se pondría en su día Nora Jones, una de las celebrities del barrio.
De este barrio, destacan los browstones, las famosas casas de piedra marrón con escaleras y jardines delanteros, tan típicos de Brooklyn. Las puertas de las casas, las pintan, las decoran con mimo, las llenan de flores, buscan los adornos temporales, Halloween, Thanksgivin, Christmas.... como si el exterior de sus casas fuera una prolongación de su propio salón.
Es imposible pasar por ellas y no desear que alguna vez la vida, te permita tener unas escaleras como esas para sentarte a leer mientras tomas un café.
Y con esto me despido, no sin antes desearos amigos que disfrutéis de esa familia que cada uno escoge, me siento una privilegiada por poder sumar amigos en cada sitio al que voy, por seguir aumentando poco a poco mi gran familia. Que paséis una feliz semana!
En eso, tienen mucho que ver, por no decir todo, las personas que te encuentras.
Me siento afortunada por poder decir que mi amiga Anny, ha pasado de ser esa conocida del barrio, de origen dominicano, aunque más newyorkina que el mismísimo Woody Allen, a formar parte indispensable de esta nueva familia que hemos encontrado. Pero sobre todo y sin lugar a dudas, es una de las personas que más me ha ayudado a sentir esta ciudad como mi nuevo hogar.
Tengo para mucho más que un post con todos los rincones que he descubierto a su lado, pero hoy me gustaría compartir con vosotros el barrio de Cobble Hill.
Este famoso barrio situado en el noroeste Brooklyn, es adorado por los newyorkinos, por su proximidad a Manhattan, pero sin perder ni un ápice del encanto de los barrios familiares, con calles repletas de comercios, parques pequeños y acogedores, y el ya conocido por vosotros Pier 6, para tomar el ferry a Governor Island.
Cobble Hill, con esa mezcla de arquitecturas, los edificios de 1800 con sus famosas escaleras de incendios exteriores y los típicos brownstones. Los restaurantes de moda y las tiendas vintage convierten a este barrio en uno de los mas trendy de Brooklyn.
Las calles mas comerciales son Smith y Court, junto con Atlantic Avenue, en ellas es fácil descubrir los restaurantes con más encanto de Brooklyn, tanto que durante el fin de semana para tomar el brunch tienes que hacer cola en la calle, te acompañe o no el buen tiempo. Especialmente recomendable el Cafe Lulu, con su chickpea salad, es decir, los garbanzos de toda la vida.
Tiendas de moda, donde encuentras desde las ultimas sneakers, a botas de agua con unos precios imposibles, y que deben servir, no solo para que no te mojes los pies, sino para que veas el día radiante y luminoso. Papelerías, tiendas de dulces, o flea markets con vaqueros que se pondría en su día Nora Jones, una de las celebrities del barrio.
De este barrio, destacan los browstones, las famosas casas de piedra marrón con escaleras y jardines delanteros, tan típicos de Brooklyn. Las puertas de las casas, las pintan, las decoran con mimo, las llenan de flores, buscan los adornos temporales, Halloween, Thanksgivin, Christmas.... como si el exterior de sus casas fuera una prolongación de su propio salón.
Es imposible pasar por ellas y no desear que alguna vez la vida, te permita tener unas escaleras como esas para sentarte a leer mientras tomas un café.
domingo, 22 de septiembre de 2013
Un día en Governor Island
En esta ciudad, donde todo cuesta dinero, descubrir un ferry gratuito que te permite observar Manhattan desde un punto de vista privilegiado, es todo un acontecimiento. Queríamos disfrutar de un paseo en ferry y acabamos descubriendo y disfrutando de mucho más que una isla o un paseo en barco.
Governor Island está ubicada en el New York Harbor a menos de un kilómetro del lower Manhattan y separada por menos de medio kilómetro por el Buttermilk Chanel de Brooklyn.
El Ferry puede cogerse desde los dos orillas; en Manhattan desde la terminal de Battery Maritime Building o en Brooklyn desde el Pier 6. Este Pier que es desde donde zarpamos a la Isla de los Governadores, merece en sí un hueco entre mis rincones favoritos.
Ubicado entre los barrios de Brooklyn Heights y Cobble Hill, es destino elegido tanto por niños como adultos cuando empieza el buen tiempo, parque, columpios, arena para jugar al voleyball y el famoso ferry gratuito a la isla. Éste, que sale cada 20 minutos, se puede coger llevando bicicleta, lo que da prioridad a la hora de acceder al ferry, aunque no podréis subir a la parte de arriba que es desde donde se tienen las mejores vistas. Mi recomendación es que dejéis partir un ferry y esperéis pacientemente, al menos bajo techo, a que llegue el siguiente, sino el sol puede acabar con todas vuestras energías.
El origen del nombre de Governor Island data de 1698, cuando la ciudad era una colonia inglesa, la asamblea colonial había reservado la isla para el uso exclusivo de los gobernadores de Nueva York.
En 2001, las dos fortificaciones históricas y sus cercanías fueron constituidos monumentos nacionales. Fort Jay, un bastión, empezado en 1794, y demolido en 1806, para volver a construirse bajo el nombre de Fort Columbus. En 1904 fue de nuevo renombrado con su nombre original. El segundo fuerte es Castle Williams, un búnker redondo finalizado en 1811 y que fue usado como prisión militar.
El Estado de Nueva York administra la isla, pero una decena de hectáreas están bajo la jurisdicción del Servicio de Parques Nacionales.
La isla no permanece abierta al público habitualmente, solo desde el Memorial Day, último lunes de mayo, hasta el primer lunes de septiembre, Labor Day. Todos los sábados y domingos, además de los lunes festivos, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Para pasear por la isla, aunque no es muy grande, lo mejor es alquilar una bicicleta y así recorrela en su totalidad. Durante la temporada estival se organizan numerosas actividades, conciertos y exposiciones.
Es un destino ideal para despreocupados paseos en bicicleta, que se pueden alquilar por 15 dólares la hora o 25 dólares todo el día, también podéis alquilar bicicletas para 4 o 6 personas que cuestan entre 40 y 60 dólares diarios.
Al suroeste de la isla se encuentra Picnic Point, un magnifico lugar donde puedes disfrutar de una comida al aire libre con vistas a la Estatua de la Libertad.
Governord Islad es un lugar mágico con cantidad de espacios verdes, variedad de nogales, robles y castaños, espectaculares vistas de Manhattan desde su orilla y que por un momento te traslada a otra época, en la que esperas ver aparecer a los soldados confederados montando en sus caballos.
Y con esto me despido que paséis una feliz semana y disfrutéis de los recuerdos del verano, ahora que le acabamos de dar paso al otoño.
Governor Island está ubicada en el New York Harbor a menos de un kilómetro del lower Manhattan y separada por menos de medio kilómetro por el Buttermilk Chanel de Brooklyn.
El Ferry puede cogerse desde los dos orillas; en Manhattan desde la terminal de Battery Maritime Building o en Brooklyn desde el Pier 6. Este Pier que es desde donde zarpamos a la Isla de los Governadores, merece en sí un hueco entre mis rincones favoritos.
Ubicado entre los barrios de Brooklyn Heights y Cobble Hill, es destino elegido tanto por niños como adultos cuando empieza el buen tiempo, parque, columpios, arena para jugar al voleyball y el famoso ferry gratuito a la isla. Éste, que sale cada 20 minutos, se puede coger llevando bicicleta, lo que da prioridad a la hora de acceder al ferry, aunque no podréis subir a la parte de arriba que es desde donde se tienen las mejores vistas. Mi recomendación es que dejéis partir un ferry y esperéis pacientemente, al menos bajo techo, a que llegue el siguiente, sino el sol puede acabar con todas vuestras energías.
El origen del nombre de Governor Island data de 1698, cuando la ciudad era una colonia inglesa, la asamblea colonial había reservado la isla para el uso exclusivo de los gobernadores de Nueva York.
En 2001, las dos fortificaciones históricas y sus cercanías fueron constituidos monumentos nacionales. Fort Jay, un bastión, empezado en 1794, y demolido en 1806, para volver a construirse bajo el nombre de Fort Columbus. En 1904 fue de nuevo renombrado con su nombre original. El segundo fuerte es Castle Williams, un búnker redondo finalizado en 1811 y que fue usado como prisión militar.
El Estado de Nueva York administra la isla, pero una decena de hectáreas están bajo la jurisdicción del Servicio de Parques Nacionales.
La isla no permanece abierta al público habitualmente, solo desde el Memorial Day, último lunes de mayo, hasta el primer lunes de septiembre, Labor Day. Todos los sábados y domingos, además de los lunes festivos, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Para pasear por la isla, aunque no es muy grande, lo mejor es alquilar una bicicleta y así recorrela en su totalidad. Durante la temporada estival se organizan numerosas actividades, conciertos y exposiciones.
Es un destino ideal para despreocupados paseos en bicicleta, que se pueden alquilar por 15 dólares la hora o 25 dólares todo el día, también podéis alquilar bicicletas para 4 o 6 personas que cuestan entre 40 y 60 dólares diarios.
Al suroeste de la isla se encuentra Picnic Point, un magnifico lugar donde puedes disfrutar de una comida al aire libre con vistas a la Estatua de la Libertad.
Governord Islad es un lugar mágico con cantidad de espacios verdes, variedad de nogales, robles y castaños, espectaculares vistas de Manhattan desde su orilla y que por un momento te traslada a otra época, en la que esperas ver aparecer a los soldados confederados montando en sus caballos.
Y con esto me despido que paséis una feliz semana y disfrutéis de los recuerdos del verano, ahora que le acabamos de dar paso al otoño.
domingo, 15 de septiembre de 2013
El otoño asoma a Central Park
Pasear por Central Park siempre es un placer, pero ahora, cuando la temperatura parece darnos una tregua y el otoño empieza a asomar en las hojas de los arboles, pasear por el parque es un autentico privilegio.
Se encuentra ubicado en E 72 St y E 75 E y pesar de su cercanía con la 5 Avenida, impresiona no escuchar ni un ruido por su ubicación en una hondonada , solo el silencio a veces confundido con el canto de los estorninos.
En la zona norte del pound se encuentra una de mis esculturas favoritas del parque ¨Alice in wonderland¨ La escultura de bronce representa a Alice sentada en un hongo gigante junto al Conejo Blanco y su reloj de bolsillo. Mirando por encima de su hombro esta el gato de Cheshire, flanqueado por el lirón, y por el otro lado, Mad Hatter, que en contraste con la calma Alice parece a punto de reír a carcajadas en cualquier momento. La obra de José de Creeft, escultor de origen español, fue inaugurada en 1959, y está rodeada de placas con inscripciones del libro de Lewis Carroll.
El diseño de la escultura atrae a niños y no tan niños que quieren subir a sus muchos niveles o fotografiarse entre las figuras.
Este post me gustaría dedicárselo a " mi niña" Áurea, por no dejar de ser nunca una niña, aunque ella ya tenga la suya propia, y por vivir en ese particular mundo maravilloso. Siempre que paseo por Central Park pienso en lo mucho que aprendería de ella si me acompañara, aquí te espero!
El oasis en medio del desierto, la calma tras la tempestad, no es que el parque del Retiro tenga mucho que envidiarle, yo creo que la fama le viene por el contraste que presenta frente al caótico Manhattan.
Desde éste privilegiado lugar del planeta, se aprecian más los colores, se ve más claro el cielo, se puede sentir el silencio, el propio y el ajeno, sales del caos para entrar en un oasis de paz y tranquilidad envuelto en olor a naturaleza.
Central Park tiene una extensión de 3,4 km2 y una forma rectangular, justo en el medio de la isla de Manhattan. Es el parque más visitado de Estados Unidos, unos 25 millones de personas al año, aunque en la inmensidad de su espacio, la cantidad de visitantes casi ni se aprecia, si queréis verlo en su totalidad requiere de planificación ya que toma bastante tiempo. Se puede recorrer en bicicleta o en coche de caballos, aunque mi recomendación es que lo hagáis a pie, solo así se puede acceder a cada uno de sus rincones y disfrutar del cielo azul, tan azul que a veces deslumbra, sin que ningún de los enormes rascacielos se entrometa en el paseo.
De momento, y ya que creo que no he recorrido ni la mitad del parque, uno de mis rincones favoritos, es "Conservatory Water" un lago artificial inspirado en los estanques parisinos para barcas de finales del siglo XIX , y que en los meses de verano sirve para disfrute de adultos y niños con sus veleros a control remoto.Se encuentra ubicado en E 72 St y E 75 E y pesar de su cercanía con la 5 Avenida, impresiona no escuchar ni un ruido por su ubicación en una hondonada , solo el silencio a veces confundido con el canto de los estorninos.
En la zona norte del pound se encuentra una de mis esculturas favoritas del parque ¨Alice in wonderland¨ La escultura de bronce representa a Alice sentada en un hongo gigante junto al Conejo Blanco y su reloj de bolsillo. Mirando por encima de su hombro esta el gato de Cheshire, flanqueado por el lirón, y por el otro lado, Mad Hatter, que en contraste con la calma Alice parece a punto de reír a carcajadas en cualquier momento. La obra de José de Creeft, escultor de origen español, fue inaugurada en 1959, y está rodeada de placas con inscripciones del libro de Lewis Carroll.
El diseño de la escultura atrae a niños y no tan niños que quieren subir a sus muchos niveles o fotografiarse entre las figuras.
Este post me gustaría dedicárselo a " mi niña" Áurea, por no dejar de ser nunca una niña, aunque ella ya tenga la suya propia, y por vivir en ese particular mundo maravilloso. Siempre que paseo por Central Park pienso en lo mucho que aprendería de ella si me acompañara, aquí te espero!
domingo, 8 de septiembre de 2013
Falling in love with Brooklyn
Estaba dudando, sobre como continuar con la cantidad de rincones favoritos almacenados en mi memoria, cuando un paseo a nuestra biblioteca municipal me indicó el camino con una guía de Brooklyn.
No fue tarea sencilla encontrar donde vivir aquí, aunque nosotros lo teníamos muy claro y casi todo el mundo lo recomendaba dada nuestra situación familiar, niña y perro. Pero después de 10 días de búsqueda parecía misión imposible encontrar un apartamento con dos habitaciones y que no pareciera que estábamos alquilando en el barrio de Chamberí un ático, por el precio, pero con las dimensiones de una caja de zapatos.
Y así descubrimos Bay Ridge, en Brooklyn, donde los precios son normales y los apartamentos grandes, en cuanto salimos de la boca de metro ¨falling in love with Brooklyn¨. Fue una decisión acertada más que meditada, por muchísimas razones, pero entre ellas, destacán que aquí se ve el cielo, las gaviotas reemplazan al despertador casi todas las mañanas, la playa esta a quince minutos en metro, y todo es infinitamente más barato que en Manhattan.
Brooklyn, es uno de los cinco boroughs que ocupan la ciudad de Nueva York, y el que más población tiene, desde hace unos años se convirtió en el borough de moda, hipster, celebrities, todo el mundo quiere vivir aquí, porque tiene la ventaja de su proximidad a Manhattan pero no sus inconvenientes.
Bay Ridge, está ubicado en la esquina suroeste de Brooklyn y rodeado en su gran mayoría por el agua de Upper New York Bay. En este encantador barrio, fundamentalmente familiar, no es nada raro encontrar, terceras y hasta cuartas generaciones, en inmensas casas trasmitidas de padres a hijos y que actualmente serian imposibles comprar, debido a la popularidad que ha adquirido el Borough en los últimos años.
En los años 90 era un barrio de irlandeses e italianos, pero actualmente es una mezcla de culturas, idiomas y religiones muy curioso de visitar. La 3 y 5 Avenida son las principales calles comerciales,y en ellas conviven en perfecta armonía, tiendas 99 cents regentadas por árabes, bodegas de griegos, salones de belleza de chinos, o restaurantes italianos cuyo hilo musical ambienta la acera con canciones de Julio Iglesias.
En Bay Ridge uno de mis rincones favoritos es Owls Head Park, inmensos arboles centenarios, grandes explanadas de hierba donde las familias se reunen el fin de semana para hacer picnic, pero sobre todo, las maravillosas vistas de Manhattan y el puente Verrazano, desde el American Veterans Memorial Pier.
Al caer a tarde, se disfruta de una puesta de sol muy especial en la que pescadores anclados en sus sillas, con las cañas lanzadas al ¨The Bay Ridge Anchorage¨, los niños montando en bicicleta, y familias que piden pizza para cenar, se mezclan nuevamente, sin importar, color, religión, origen, como solo en éste país se puede hacer, donde nadie es de aquí o todos puede serlo.
En el malecón se encuentra una inmensa campana de bronce "The Beacon Memorial", del escultor Robert Ressler, y en la base se puede leer: "Brooklyn remembers...for those lost on september 11,2001"
Y es que desde el Pier, impresiona ver el One World Trade Center, sin poder evitar que la mente evoque aquel espantoso 11 de septiembre e imaginar como se debieron sentir todos aquellos que desde este punto veían aterrorizados como caían las Torres Gemelas, y con ellas quizás, familiares, amigos, compañeros...
Pero como la vida sigue, solo puedo decir, en esta semana de recuerdos y conmemoraciones, que me alegro de poder escribir y que os agradezco que lo leáis, pero sobre todo, que cada día soy más feliz por el privilegio de poder abrir los ojos cada mañana y disfrutar de un día más en esta maravillosa ciudad.
Que tengáis una feliz semana!
Que tengáis una feliz semana!
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