sábado, 31 de agosto de 2013

Un domingo en Manhattan

Una de las mejores cosas que tiene esta ciudad, es que o conoces a alguien que está de visita, o conoces a muchos que tienen planeado visitarla, así que de vez en cuando, amaneces con la grata sorpresa de que vas a recibir un abrazo de alguno de los tuyos en pleno Manhattan.

El domingo en la isla, no es un domingo cualquiera, es fácil adivinarlo ya que la mayoría de las personas con las que te cruzas son turistas, se les nota en la cara la felicidad de saberse lejos de todo, de poder por unos días olvidar la rutina, desconectar, aun estando en la ciudad mas caótica y conectada del mundo.
Se sabe que es domingo porque en los semáforos se alinean grupos de personas, como si de uno de los viejos chistes se tratara, "había un francés, un ingles y un español..." y además esperan pacientemente a que la luz cambie, todo lo contrario que entre semana, cuando cruzar se convierte en un autentico deporte de riesgo, en el que coches, peatones, taxis y bicicletas, se la juegan a ver quien es el que primero que pasa.

Me encanta ir a la sede de la ONU, no tanto por el edificio la Secretaría, la torre de 39 pisos que todos reconocemos, aunque impresiona ver en vivo algo que normalmente vemos en televisión, sino por el paseo que me doy hasta que llego a él. Está ubicado entre la 42nd Street, 48th Street, 1st Ave y el East River, y para todos aquellos que os interese, la sede se puede visitar United Nations Visitors Center

Normalmente me bajo en Gran Central y camino en dirección a 1st Ave por la E 41st Street, para entrar en Tudor City Greens este pequeño parque que entre semana está repleto de ejecutivos comiendo sandwiches, el domingo se disfruta por el silencio, el olor de las flores,  los arboles gigantes, alguna que otra ardilla y la soledad, que según para que cosas, como en mi caso escribir, viene divinamente.
Desde allí se accede a las escaleras que bajan a 1st Ave, y se disfruta de una posición privilegiada para fotografiar el edificio.

La mejor ruta para volver es por E 44 th Street, al lado de la tienda de UNICEF se encuentra James P. Grant Plaza, un jardín interior que está dedicado al director ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia desde 1980 a 1995.
Dentro de la plaza hay una preciosa escultura de John Kennedy, "The spirit of Audrey" en memoria de Audrey Hepburn que fue Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, desde 1987 hasta 1993, y así no sólo podeis recordarla por su brillante papel en "Breakfast at Tiffany's" cuando paséis por la 5th Ave.


El domingo Manhattan parece otra ciudad, aunque Nueva York siempre es una ciudad distinta dependiendo de con quien la pasees, gracias Rosa por cambiar el color a uno de mis domingos.

y como dicen por aquí YOLO, You Only Live Once, que paséis una feliz semana!

sábado, 24 de agosto de 2013

Una puesta de sol en Battery Park

En el sudoeste de Manhattan y bañado por el Río Hudson, se encuentra unos de mis parques favoritos de la isla, Battery Park.
La luz y los contrastes del río, al atardecer ofrece unas vistas privilegiadas de New Jersey y Lady Liberty
Solo los innumerables ferrys que parten a Staten Island, Isla de Ellis o La Estatua de la Libertad, interrumpen la tranquilidad que se disfruta sentado en una inmensa explanada de cesped, mirando como cae la tarde, como el sol deja de brillar sobre las aguas del Hudson.



 
Mientras New Jersey nos observa desde el otro lado, con ese descaro, como si de alguna manera  pudiera hacer frente al inmenso skyline de Manhattan.
El río Hudson, esta lleno de ferrys, water-taxis, y veleros que surcan al atardecer repletos de turistas, dispuestos a pagar un dineral para disfrutar de las vistas sobre el inmenso río.

Es un parque espectacular, en el que corren por igual ardillas, ejecutivos recién salidos de Wall Street, y mamás con sus carritos de bebes de ultima generación.

Entre las copas de los arboles, apareció el primero de los cinco rascacielos que tienen pensados construir, el One World Trade Center, está previsto que se inagure el próximo año y será exclusivo de oficinas, así que más newyorkers para correr a la hora de la comida.

Pero no solo destacan los rascacielos, edificios de apartamentos se entremezclan con los de oficinas y entre las hojas danzantes de un inmenso sauce llorón descubro el Museum of Jewish Heritage, que teniendo en cuenta que iba a ver una puesta de sol, cuando llegué al parque ya no estaba abierto, pero que guardo en mi libreta de museos pendientes.
Me despido, hasta que vuelva a encontrar otro rincón que compartir, supongo que no tardaré, ya que esta ciudad es fascinante y llena de lugares que disfrutar y compartir, me acompañaís?

"Todos vivimos bajo el mismo techo, pero no tenemos el mismo horizonte"